Lo que empezó siendo un experimento interesante, acabó convirtiéndose en una obligación rara (no, no me gustan las obligaciones).
Como todo, este experimento también ha tenido su lado bueno... al fin y al cabo, ha sido una cosa parecida a la que siempre he hecho en cuadernos de notas y en folios sueltos, solo que esta vez no quedaban solo para mi... esta intimidad extraña que te da la red, no deja de ser una ilusión, así que de momento, me vuelvo al papel... en parte porque creo que ya he dicho mucho de lo que merecía la pena decir y también porque me sentía un poco como gritando al vacío (que a veces está bien, pero al final acabó dejándome afónica).
Aunque no me gustan ni los finales, ni las despedidas, ni los para siempre, los necesito para poder poner los datos a cero y reiniciar -como Piratas-. Así que igual que empecé esta pekeña aventura en ciber espacio, termino agradeciéndote el que en algún momento hayas pasado por aquí...
1 comentario:
Vaya, llego con un mes y pico de retraso (como me suele pasar con todo) pero no quiero dejar de plasmar mi huella, o algo que recuerde que pasé por aquí. Además, se ve que este es un sitio algo solitario... como los que a mí me gustan.
Yo también soy muy del papel, por eso siempre he estado a cara de perro con el blog (como una obligación que no te agrada, pero algo te empuja a seguir con ella...) y también coincido con eso de predicar en el desierto (curiosamente hoy me acordaba de una frase de un amigo, que era algo así como "predicando en el desierto, y con afonía")
Pues eso, que en nuestro continuo diálogo de sordos, de vez en cuando damos con alguien más sordo y mudo aún, pero con el q curiosamente te entiendes... en fin, q ya no se ni lo q digo... un saludo!
Publicar un comentario