All You Need is... Pop?

Si últimamente he hablado contigo, te he hablado de Alta Fidelidad de Nick Hornby. El argumento es simple, de un modo (casi siempre) tremendista, Rob cuenta la historia de sus aventuras y desventuras amorosas; todo ello con una banda sonora en clave de pop que enhebra la novela. Este trocito pertenece a la primera parte, así que no te voy a destripar el final ni nada parecido. Y sí, a mi también me gusta la música pop.

"Algunas de mis canciones preferidas son Only love can breack your hearth, de Neil Young; Last Nigtht I dreamed that somebody love me, de los Smiths; I just don´t know what to do with myself y qué sé yo. Hay canciones de estas que he escuchado por término medio al menos una vez por semana (trescientas el primer mes, y después de vez en cuando), desde que tenía dieciséis, diecinueve o veintiún años. ¿Cómo no va a dejarte eso magullado por algún sitio? ¿Cómo no te va a convertir eso en una persona fácilmente rompible en mil trocitos, cuando tu primer amor se va al garete? ¿Qué fue primero: la música o la tristeza? ¿Me dio por escuchar música porque estaba triste? ¿O es que estaba triste porque escuchaba música? ¿No te convierten todos estos discos en una persona de tendencia melancólica?

Hay quien se preocupa, y mucho, de que los niños pequeños nojueguen con armas de fuego, de que los adolescentes no vean vídeos en los que la violencia es moneda corriente; nos da miedo que esa especie de cultura de la violencia termine por tragárselos como si tal cosa. A nadie le preocupa en cambio que los niños escuchen miles, literalmente miles de canciones que tratan siempre de corazones destrozados, de abandonos, de dolor, de tristeza, pérdida. Las personas más desgraciadas que yo he conocido, románticamente hablando, son las que han desarrollado gusto por la música pop. Y no sé si la música pop es la causante de esta infelicidad, pero sí tengo muy claro que han escuchado esas canciones infelices desde hace más tiempo del que llevan viviendo una vida más o menos infeliz. Así de claro.

Da igual. He aquí como no conviene planear un buen futuro profesional […]"

Bueno, esto es en plan como los cartelitos del metro… si te ha gustado, la historia continua en tu librería!